Además de ser una de las cantantes más influentes de la última década, la británica Adele también ha demostrado tener maña con los negocios. Recientemente, la galardonada artista adquirió la mansión perteneciente al protagonista de éxitos como 'Rocky', 'Rambo' o 'Evasión o victoria', Sylvester Stallone. Sin embargo, las negociaciones no fueron nada sencillas, y la nativa del barrio londinense de Tottenham pidió un requisito muy especial para comprarla.
El trato se cerró por 58 millones de dólares según el periódico Los Angeles Times, pero la cantante necesitó que un artículo muy específico dentro de la parcela se quedara en su sitio. Así lo reconoció el propio Stallone, quien reveló esta curiosa información en una entrevista con The Wall Street Journal. “Yo quería llevármela. Pero ella me dijo, ‘Eso para mi es una negativa. Romperá la negociación’. Quería la estatua”, fueron sus palabras.
La estatua a la que hace referencia el actor es una gran pieza esculpida en metal de uno de sus personajes más icónicos: Rocky Balboa. La imagen del boxeador de Philadelphia dando un gancho al cielo adornó la piscina de Stallone durante gran parte de su estancia en la residencia. Sin embargo, durante el proceso de negociación de la venta, el intérprete quiso llevársela consigo en la mudanza, algo que no acababa de convencer a Adele para cerrar el trato.
De este modo, la cantante británica se quedó tanto la casa como la estatua, una pieza que sin duda le recordará a su antiguo propietario y su ajustada negociación. Lejos de enfadarse con ella, Stalone celebró todas las reformas que estaba realizando en el hogar, una parcela de más de catorce mil metros cuadrados situada en el barrio de Beverly Park: “Me encanta lo que está haciendo, la está convirtiendo en algo precioso”.
Precisamente Adele ha estado trabajando duro junto a su pareja, Rich Paul, para dejar la casa perfecta y a su gusto. La mansión cuenta con ocho dormitorios y doce cuartos de baños, además de una suite de lujo con sauna, baño de vapor, oficina con terraza, una sala de cine, una larga piscina, spa, un pequeño campo de golf, un estudio de arte y garaje para ocho coches. Una ingente cantidad de lujos que no resultan para nada baratos.
Para poder residir en la vivienda sin mayores complicaciones, Adele y su pareja firmaron una hipoteca a 38 años cuyas cuotas mensuales ascienden a los 227 mil dólares. Una cantidad que hacer saltar la banca, pero que no es de extrañar sabiendo que Beverly Park es una de las zonas más lujosas de todo Los Ángeles. De hecho, la cantante británica compartirá vecindario con otras estrellas del panorama internacional, como lo son Eddie Murphy y Denzel Washington.